

El aguacate es una de las frutas más apreciadas hoy por hoy. Lo vemos en miles de recetas que van mucho más allá del popular guacamole: forma parte de desayunos saludables, ensaladas súper sanas y otros muchos platos que sorprenden por la combinación de ingredientes. Pero lo ideal es disfrutarlo en su punto, con la carne jugosa y ese color entre verde y amarillo tan característico. Por eso, hoy queremos ayudaros a distinguir cuándo un aguacate está malo.
Cuando un aguacate se echa a perder hay señales más que evidentes. Algunas de ellas son fácilmente detectables sin necesidad de abrirlo. Son estas las que te ayudarán a seleccionarlos en el momento de la compra.
Del resto te enterarás en casa, cuando vayas a consumirlo. Tenlas en cuenta para no usarlo en ninguno de esos platos para no estropear tus recetas.
-Si a simple vista el aguacate presenta hendiduras como una pelota desinflada, olvídate de él. Significa que este aguacate ha sobrepasado con creces su punto de maduración.
-El aguacate va cambiando el color de su piel a medida que madura pasando del verde a violeta/marrón (en su punto perfecto de maduración) y finalmente al negro. La piel negra sumado a la falta de firmeza te dan pistas inequívocas.
-El aspecto de la carne es otra señal evidente del estado del aguacate. Para verlo tendrás que cortar el aguacate: si la carne presenta manchas marrones por todas partes, deséchalo. Si se trata de una mancha aislada puedes evitar esa zona y aprovechar el resto. Esa mancha puede deberse a un simple golpe.
-Si al abrirlo ves que tiene moho, ni se te ocurra usar absolutamente nada. Tíralo directamente.
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